El pasado 20 de octubre tuvo lugar la primera sesión del ciclo Vulnerabilidad Persona y Bioética, organizado por el Máster en Bioética de la Universidad Rey Juan Carlos, en colaboración con la Fundación Tatiana. Esta primera sesión tuvo por título Vulnerabilidad y pandemia, y estuvo protagonizada por tres expertos que han vivido esta pandemia en primera persona.
Los dos primeros, D. Federico Montalvo y D. Vicente Belver, forman parte del Comité de Bioética de España y han colaborado en la realización y análisis de la estrategia de vacunación a nivel nacional; el tercero, el profesor Jesús San Román, fue médico voluntario coordinando trabajos del hospital de campaña que se ubicó en IFEMA, centro de ferias internacionales de Madrid.
Abrió el encuentro D. Federico Montalvo, presidente del comité de Bioética de España, analizando brevemente la situación de la sociedad actual. Muchos piensan que la tecnología resuelve todo y la ética lo dificulta. Es la mentalidad utilitarista, herencia del pensador Bentham: el mayor beneficio para el mayor número de personas. Sin embargo, en ese planteamiento se olvida siempre a las minorías, aros vulnerables. Con frecuencia queremos reducir los problemas y situaciones complejas a simples dicotomías: O blanco o negro. Sin embargo, la realidad es más compleja, y también más rica de tonalidades.
Por su parte, D. Vicente Belver, también miembro del Comité de Bioética de España, profundizó en el concepto de vulnerabilidad. Gracias a este concepto nos damos cuenta de que la dignidad va más allá de la posesión de ciertas capacidades o de la realización de ciertas actividades. El hombre es constitutivamente vulnerable, limitado, y ahí se manifiesta la realidad de su ser: necesitamos ser cuidados, crecer juntos.
Cuando se toma en cuenta este principio, los frutos son muchos, como se ha visto en la estrategia de vacunación adoptada en España, que ha iniciado por los más vulnerables, los ancianos. Pero también se dejan ver los frutos negativos cuando se prescinde de este principio, como hemos visto en la ley de eutanasia,
Cerró el acto el médico y profesor D. Jesús San Román, quien colaboró y coordinó varios servicios del hospital de campaña levantado en IFEMA, un lugar de ferias internacionales de Madrid. Recordó como también los médicos se sintieron vulnerables en la lucha contra un virus que iban conociendo poco a poco, y que generaba mucha incertidumbre. Tenían la sensación de no saber qué hacer, cómo gestionar esta crisis sanitaria.