El 4 de noviembre tuvo lugar la segunda sesión del cilclo Vulnerabilidad, Persona y Bioética que está desarrollando el Máster de Bioética de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid junto con la Fundación Tatiana. Las ponencias estuvieron centradas en torno a una de las mayores vulnerabilidades: la realidad de la muerte.
El Dr. Oscar Vergara expuso cómo esta vulnerabilidad se puede afrontqar desde dos perspectivas, la perspectiva del médico y la del paciente. El animal muere, mientras que el hombre se muere, experimenta la muerte, y por ello debe aprender a morir. Recordó también las cinco fases clásicas ante la muerte y la enfermedad grave: Negación, Ira y resentimiento, Pacto y acuerdo, Depresión, y finalmente Aceptación serena de la muerte. No todos llegan, pueden o saben llegar hasta esta última fase.
El psiquiatra y especialista en Bioética, Dr. Jesús Poveda, recordó el concepto básico de verdad soportable como base de la relación médico paciente en estos momentos de vital importancia para el paciente. Conel COVID hemos sido más conscientes de la implacable realidad de lamuerte, cierta, objetiva, como cese de la vida biológica. Explicó también el concepto de “antifragilidad”: ¿Que sacó de bueno y positivo con este dolor? Cuando llega el sufrimiento, hay personas que se quedan paradas, y personas que se levantan y quieren ser “protagonistas de la película”. El hombre encuentra sentido cuando vive en el kairos, más allá del simple cronos.
La sesión la cerró la Dra. María Arantxamendi, con una visión existencial y concreta del modo de situarse ante la enfermedad grave y la muerte. Cada persona, cada familia, tiene un modo propio de comunicarse en estos duros momentos, en un contexto personal y familiar. Se ha de buscar la sintonía con el paciente, ajustar la perspectiva. Esto puede significar compartir con o sin palabras, incluyendo el lujo de poder despedirse de familiares y amigos.