El pasado 17 de febrero tuvo lugar la quinta sesión del ciclo Vulnerabilidad, Persona y Bioética, bajo el título de Vulnerabilidad y discapacidad. Un camino de doble dirección y enriquecimiento, tanto para los discapacitados como para quienes están cerca de ellos.
La sesión comenzó con la exposición de la Dra. Begoña Rodríguez, profesora de Derecho y Relaciones internacionales en la Universidad Francisco de Vitoria, de Madrid. Si analizamos nuestra actitud ante la discapacidad, en el fondo hay miedo, mucho desconocimiento, y sobre todo rechazo a la vulnerabilidad, como parte esencial de nuestro ser. Necesitamos ser cuidados, también mediante un contacto físico. La dignidad huma nunca se pierde, ni por nuestras decisiones ni por el aumento o pérdida de nuestras capacidades. Peter Singer y Margaret Sanger consideran que, ante la incapacidad o la deficiencia en autonomía, está justificado el aborto e incluso o infanticidio, pero la persona vale por lo que es, no por lo que hace. «La vulnerabilidad enseña a los ‘capacitados’ la humanidad; es la belleza de la imperfección».
A continuación intervinieron Jessica Molina y Daniel Grande, ambos estudiantes del título Asistente jurídico para personas con discapacidad intelectual. «Queremos disfrutar aprendiendo. Queremos estudiar lo que nos gusta», afirmó claramente Jessica. El mundo tiene miedo de abrirse a nosotros y darnos oportunidades. La accesibilidad cognitiva al mundo jurídico permite comprender mejor nuestra sociedad, vivir mejor,. «¿Nos vais a dar la oportunidad de que caminemos juntos?», es el interrogante que estos estudiantes lanzan al mundo de hoy. Completaron la exposición varias personas de apoyo que tienen estos estudiantes en los despachos de abogados en los que realizan sus prácticdas, constantando que tienen gran interés por aprender y participar profesionalmente, como un trabajador más
Finalmente, intervino Elia Badajoz, licenciada en Ciencias ambientales y madre de Iago, un niño que sufre una enfermedad rara incatalogable En su vida ha experimentado la vulnerabilidad desde el embarazo de su hijo y la oposición a los continuos consejos para abortar. Su hijo vive feliz, con curiosidad y ganas por aprender, y esa es la mayor satisfacción para una madre. En el colegio, por ejemploo, necesita adaptaciones y ayudas, pero tiene gran apoyo tanto de sus compañeros como del equipo de profesores.