05/06/2022 BioeticaWeb La complejidad genética de la orientación sexual.
El más completo estudio realizado hasta ahora sobre el perfil genético de los homosexuales revela una predisposición que no determina la conducta.
BioéticaWeb El pasado 30 de agosto se publicó en la revista Science el estudio genético más amplio realizado hasta la fecha sobre la orientación sexual. Los veintiún investigadores, de diferentes centros y países, han identificado variantes genéticas asociadas a la conducta no heterosexual analizando el genoma completo de 477.522 participantes de Estados Unidos, Reino Unido y Suecia. Esta enorme muestra permite calificar de certeza científica aspectos ya conocidos, pero necesitados de confirmación con muestras más amplias.
¿Qué son variantes genéticas y qué información aporta su análisis? El ADN humano tiene 3.200 millones de pares de bases con secuencias concretas de las cuatro existentes: adenina (A), timina (T), citosina (C) y guanina (G). Los individuos de cada especie tienen la misma secuencia, pero en lugares concretos (loci) existen variaciones muy pequeñas como el cambio de una sola base por otra. Por ejemplo, el genoma de unas personas tiene en un sitio (locus) concreto de un cromosoma GTGCT, y el de otras, GTCCT. Si esa variación ocurre al menos en un 1% de una población, quienes la tienen poseerán un rasgo característico que les diferencia de los que no la tienen.
Los autores del estudio han demostrado la existencia de numerosos loci asociados con el comportamiento homosexual. Al casi medio millón de personas, cuyo ADN estaba secuenciado en las grandes bases de datos utilizadas en este estudio, se les preguntó por sus relaciones sexuales. Y el resultado fue que los que manifestaron tener conducta homosexual tenían un perfil de loci similar entre ellos, pero diferente de los que respondieron que habían tenido relaciones con personas de distinto sexo.
Es importante tener en cuenta que, aunque las preguntas a los participantes en este estudio se centraron solo en el aspecto de la conducta –con quiénes habían tenido relaciones sexuales–, los investigadores realizaron análisis adicionales que pusieron de manifiesto que el comportamiento sexual, la atracción, la identidad definida por la orientación sexual, y las fantasías, están influenciadas por un conjunto similar de variantes genéticas. Es decir, una cosa es analizar la genética que subyace a la orientación sexual, y otra bien distinta es la afirmación de un determinismo genético de la conducta de personas libres, sea cual sea su concreta orientación sexual.
Los principales resultados del estudio se pueden resumir en cinco puntos.