Una comprensión unificada de la mente humana: una perspectiva neuroética

26/1/2025 Cambridge. Este artículo, titulado “Una comprensión unificada de la mente humana: una perspectiva neuroética”, examina la evolución del concepto de mente humana en el pensamiento occidental y su integración con la neurociencia, la psicología, la psiquiatría y las dimensiones relacionales. 

 El autor explora cómo la comprensión de la mente ha cambiado con el tiempo, influenciada por los cambios en los paradigmas filosóficos, los avances científicos y las perspectivas sociales. El artículo rastrea el desarrollo histórico del concepto de mente, comenzando por la antigua Grecia, pasando por pensadores influyentes como Platón y René Descartes, y progresando hasta las perspectivas contemporáneas. Destaca varios enfoques filosóficos y científicos, incluidos el estructuralismo, el funcionalismo, el empirismo y el asociacionismo, que han dado forma a nuestra comprensión de la mente. El artículo también profundiza en la integración contemporánea, donde los avances en neuroimagen y el auge de los enfoques holísticos ofrecen una comprensión más matizada de la mente humana. El autor enfatiza la importancia de la dimensión relacional y la interconexión de los procesos mentales, el cerebro y el entorno externo. Esta perspectiva integrada puede beneficiar el tratamiento psiquiátrico y las evaluaciones psicológicas al promover un enfoque holístico de la salud mental. En conclusión, el artículo aboga por una perspectiva multidimensional que conecte los aspectos subjetivos y objetivos de la experiencia humana, ofreciendo una perspectiva prometedora para el conocimiento teórico y las aplicaciones prácticas en psicología, psiquiatría y neurociencia.

TipoInvestigación original
Derechos de autor
© El autor(es), 2024. Publicado por Cambridge University Press

Introducción

El concepto de mente ha sido un tema central de investigación intelectual en el mundo occidental, y su evolución ha estado marcada por un rico tapiz de desarrollos filosóficos, psicológicos y científicos. Desde la antigua Grecia hasta la actualidad, la comprensión de la mente ha experimentado transformaciones significativas que reflejan cambios en los paradigmas filosóficos, los avances científicos y las perspectivas sociales.

Este artículo explora la trayectoria histórica del concepto de mente humana en el contexto occidental, dando lugar a una síntesis contemporánea que integra datos neurocientíficos, orientaciones psicológicas y psiquiátricas y la dimensión relacional. Este marco emergente sobre la realidad de la mente humana representa una herramienta valiosa para validar un tratamiento psiquiátrico específico o una evaluación psicológica concreta.

La mente humana en la historia

 

  1. 1.Grecia antigua: En la Grecia antigua, la exploración de la mente (ψυχή) marcó un capítulo fundacional en el pensamiento filosófico occidental. Los primeros pensadores como Tales, Anaxímenes y Heráclito buscaron desentrañar los misterios de la conciencia humana, ofreciendo diversas teorías que abarcaban el espectro desde explicaciones materialistas hasta metafísico-espirituales. Tales, por ejemplo, especuló sobre el agua como la sustancia fundamental subyacente a toda existencia, incluidos los fenómenos mentales. Anaxímenes, a su vez, propuso el aire como el elemento esencial que da forma a la mente.

    Sin embargo, las contribuciones fundamentales de estos filósofos tempranos allanaron el camino para una comprensión más compleja de la mente a través de las obras de Platón. El problema del cuerpo y la mente es una de las cuestiones filosóficas más fundamentales, que se refiere a la naturaleza y la relación de la mente y el cuerpo humanos. El diálogo de Platón Alcibíades I (Sobre la naturaleza humana) explora este problema a través de la conversación entre Sócrates y el joven y ambicioso Alcibíades, que quiere convertirse en un gran líder de Atenas. Sócrates desafía a Alcibíades a examinarse a sí mismo y su propia naturaleza antes de poder gobernar a otros o participar en la política. Sostiene que el autoconocimiento es el tipo de conocimiento más importante y divino, y que requiere mirar el alma, que es el verdadero yo de una persona.Nota1 El diálogo presenta tres posibles soluciones al problema cuerpo-mente, que pueden denominarse soluciones dualista, monista y unidual. La solución dualista se basa en la idea de que la mente y el cuerpo son dos entidades distintas y separadas (o sustancias o res , en latín), y que la mente es superior al cuerpo en todos los sentidos. La mente es inmortal, divina, racional y bella, mientras que el cuerpo es mortal, material, irracional y feo. La mente es la fuente de la virtud y la sabiduría, mientras que el cuerpo es la fuente del vicio y la ignorancia. La mente es el verdadero yo, es el ser humano, mientras que el cuerpo es un mero instrumento o prisión para la mente.Nota2 La solución dualista implica que la mente debe separarse del cuerpo tanto como sea posible y tratar de contemplar las formas eternas e inteligibles, que son los objetos del verdadero conocimiento. La solución monista se basa en la idea de que la mente no es real, sino que es sólo un epifenómeno de la constitución material del cuerpo. Este tipo de interpretación monista se llama monismo materialista, y está muy presente en la sociedad actual. Finalmente, la solución unidual del problema mente-cuerpo se basa en la idea de que la mente y el cuerpo no están separados, sino que son aspectos de la misma entidad, que es el ser humano. La mente y el cuerpo son partes naturales y necesarias de la naturaleza humana, y ambos contribuyen a la excelencia y la felicidad humanas. La mente no es superior al cuerpo, sino que depende de este para su correcto funcionamiento y desarrollo.

    El legado filosófico de Platón se resume en su teoría del alma tripartita, expuesta en obras como Fedro y La República. Alejándose de las inclinaciones monistas de sus predecesores, Platón introdujo una perspectiva dualista que delineaba la mente en tres componentes distintos: el racional, el anímico y el apetitivo. El concepto de alma tripartita de Platón era una construcción metafórica diseñada para iluminar la compleja dinámica de la psicología humana. El componente racional, ubicado en la cabeza, representaba el intelecto y la razón, que gobernaban los procesos lógicos del pensamiento. El aspecto anímico, que residía en el pecho, encarnaba las dimensiones emocionales y valientes de la psique, que guiaban al individuo hacia el honor y la virtud. Por último, el elemento apetitivo, situado en el abdomen, simbolizaba los deseos y apetitos primarios, que abarcaban las necesidades y pasiones básicas.

    El marco dualista de Platón, aunque se basaba en metáforas abstractas, sentó las bases para posteriores debates filosóficos sobre la relación mente-cuerpo. El alma tripartita no sólo influyó en las filosofías helenísticas y romanas posteriores, sino que también resonó a lo largo de los siglos, dejando un impacto duradero en el pensamiento occidental. Esta perspectiva dualista, que enfatiza la interacción de la razón, la emoción y el deseo, preparó el terreno para futuras investigaciones sobre la naturaleza de la mente, contribuyendo en última instancia al rico tapiz de ideas que dieron forma a la evolución del pensamiento filosófico y psicológico occidental.

  2. 2.Dualismo cartesiano: René Descartes, en el siglo XVII, promovió la tradición dualista al afirmar una separación estricta entre la mente y el cuerpo. El dualismo cartesiano postulaba que la mente ( res cogitans ) y el cuerpo ( res extensa ) eran entidades distintas, y que la mente servía como sede de la conciencia y la razón. Esta separación influyó en el pensamiento occidental durante siglos. En el siglo XVII, René Descartes tuvo un profundo impacto en la comprensión de la mente a través de su formulación del dualismo cartesiano, una postura filosófica que fortificó y extendió la tradición dualista en el pensamiento occidental. Descartes, a menudo considerado como el padre de la filosofía moderna, se apartó de las ideas predominantes de su tiempo al afirmar una separación rigurosa e inequívoca entre la mente y el cuerpo. El marco dualista de Descartes está encapsulado en su famosa afirmación, Cogito, ergo sum (Pienso, luego existo). Según el dualismo cartesiano, la mente, denominada res cogitans o sustancia pensante, y el cuerpo, denominado res extensa o sustancia extendida, eran entidades fundamentalmente distintas. La mente, en este paradigma, se conceptualizaba como la sede de la conciencia, la autoconciencia y la razón, mientras que el cuerpo se consideraba una entidad mecánica y extendida regida por leyes físicas. El énfasis de Descartes en la separación de la mente y el cuerpo estaba motivado por el deseo de establecer una base para un conocimiento determinado. Al aislar la mente como sustancia pensante, intentó fundamentar la certeza humana en el ámbito de la razón, iniciando así un enfoque metódico y sistemático para comprender la realidad. Esta división conceptual también le permitió a Descartes reconciliar la naturaleza incorpórea de la mente con los aspectos materialistas del cuerpo, proporcionando un marco que se alineaba con las investigaciones científicas de su época. La influencia del dualismo cartesiano se extendió mucho más allá del entorno intelectual inmediato de Descartes, permeando el pensamiento occidental durante siglos. Esta perspectiva dualista tuvo un profundo impacto en los campos de la filosofía, la ciencia y la psicología, y preparó el terreno para los debates actuales sobre la relación mente-cuerpo. Si bien el enfoque de Descartes aportó claridad al discurso filosófico, también fomentó una visión dicotómica que obstaculizó una comprensión más holística de la naturaleza humana. Los críticos del dualismo cartesiano sostienen que una separación tan estricta simplifica en exceso las complejidades de la interacción mente-cuerpo, descuidando las intrincadas interconexiones entre los fenómenos mentales y físicos. Sin embargo, el legado de Descartes sigue siendo palpable en la perdurable dicotomía entre mente y cuerpo que sigue dando forma a los debates filosóficos y científicos contemporáneos. La tradición dualista cartesiana, con su impacto perdurable, sirve como un punto de inflexión crítico en la trayectoria histórica de las concepciones occidentales de la mente.

  3. 3.Empirismo y asociacionismo: La tradición empirista, defendida por filósofos como John Locke y David Hume, desplazó el foco de atención de las ideas innatas a la dependencia de la mente de la experiencia sensorial. La perspectiva asociacionista, articulada por pensadores como David Hartley y James Mill, enfatizó el papel de las asociaciones en los procesos mentales, sentando las bases para una comprensión más empírica de la mente. La tradición empirista, un capítulo fundamental en la historia del pensamiento occidental sobre la mente, surgió como una reacción contra las doctrinas racionalistas que postulaban ideas innatas y conocimiento a priori. Encabezada por eminencias como John Locke y David Hume, el empirismo redirigió la atención hacia la noción de que la mente es una tabla rasa, una pizarra en blanco moldeada por experiencias sensoriales y estímulos externos. John Locke, a menudo considerado como el fundador del empirismo, sostuvo que la mente al nacer está vacía de cualquier idea innata y que todo conocimiento se deriva de impresiones sensoriales. En su Ensayo sobre el entendimiento humano , Locke propuso que la mente es como un recipiente vacío que acumula gradualmente conocimiento a través de experiencias sensoriales, enfatizando así la importancia de la observación, la percepción y la reflexión en la formación de ideas. Para Locke, la persona humana es la entidad racional y autoconsciente que es independiente del cuerpo.Referencia Locke1 , Nota3

    David Hume, figura destacada de la Ilustración escocesa, llevó el empirismo de Locke a nuevas alturas al desafiar el concepto de causalidad y cuestionar la naturaleza de la realidad misma. En su Tratado de la naturaleza humana , Hume profundizó en la idea de que todo conocimiento se basa en impresiones e ideas, rechazando la existencia de entidades conectadas causalmente. El empirismo radical de Hume socavó las nociones tradicionales de causalidad y alimentó el escepticismo, remodelando el panorama de la epistemología y la filosofía de la mente. La perspectiva asociacionista, intrincadamente vinculada con el empirismo, encontró expresión a través de las obras de pensadores como David Hartley y James Mill. David Hartley, en sus Observaciones sobre el hombre, su estructura, su deber y sus expectativas , propuso una teoría psicológica basada en el principio del asociacionismo. Hartley argumentó que los fenómenos mentales, incluidos los pensamientos y las emociones, resultan de la asociación de experiencias sensoriales, formando complejas cadenas de ideas. James Mill, filósofo utilitarista y padre de John Stuart Mill, desarrolló aún más el marco asociacionista al postular que los procesos mentales están compuestos de ideas elementales vinculadas a través de principios asociativos. Las contribuciones de Mill sentaron las bases para una comprensión más sistemática y empírica de la mente, en la que los fenómenos mentales complejos podían diseccionarse en componentes más simples regidos por principios de asociación. La tradición empirista y asociacionista, defendida por Locke, Hume, Hartley y Mill, alejó el panorama intelectual de las ideas innatas hacia una investigación empírica de la dependencia de la mente de las experiencias sensoriales y los procesos asociativos que gobiernan la vida mental. Este cambio paradigmático no solo influyó en la trayectoria de la filosofía, sino que también allanó el camino para los métodos empíricos adoptados por la psicología moderna, marcando una transición significativa en la evolución del pensamiento occidental sobre la naturaleza de la mente.

  4. 4.Estructuralismo y funcionalismo: a finales del siglo XIX, la psicología surgió como una disciplina científica diferenciada. Los estructuralistas como Wilhelm Wundt intentaron analizar la estructura de la mente a través de la introspección, mientras que los funcionalistas como William James se centraron en comprender las funciones adaptativas de la mente. Este período marcó el comienzo de un enfoque más sistemático y empírico para el estudio de la mente. A finales del siglo XIX, nació la psicología como una disciplina científica diferenciada, lo que marcó un alejamiento de la especulación filosófica hacia una investigación más sistemática y empírica de las complejidades de la mente. Este período transformador dio lugar a dos escuelas de pensamiento influyentes: el estructuralismo, liderado por Wilhelm Wundt, y el funcionalismo, defendido por William James. Wilhelm Wundt, a menudo considerado el padre de la psicología experimental, fundó el primer laboratorio psicológico en 1879 en la Universidad de Leipzig. El enfoque estructuralista de Wundt tenía como objetivo desentrañar las complejidades de la mente mediante el empleo de un método conocido como introspección. Se pidió a los sujetos que reflexionaran sobre sus propios pensamientos, sentimientos y sensaciones y los comunicaran en respuesta a estímulos controlados. A través de estos análisis introspectivos, Wundt intentó identificar los elementos fundamentales, o estructuras, de la conciencia. Su énfasis en la observación rigurosa y los procedimientos experimentales sentó las bases de la psicología como disciplina científica. En contraste con el estructuralismo de Wundt, William James, un psicólogo estadounidense pionero, encabezó el movimiento funcionalista. James cambió el enfoque del mero análisis de la estructura de la mente a la comprensión de las funciones adaptativas de los procesos mentales. Su obra seminal, Los principios de la psicología, exploró cómo funciona la mente para ayudar a las personas a adaptarse a su entorno. James estaba particularmente interesado en las ventajas evolutivas conferidas por varios fenómenos mentales, enfatizando la utilidad práctica de la conciencia y la conducta. El funcionalismo amplió el alcance de la investigación psicológica, incorporando el estudio de las emociones, los hábitos y la resolución práctica de problemas a la disciplina. Las perspectivas estructuralista y funcionalista, aunque distintas, compartían un compromiso con la investigación empírica y el estudio científico de la mente. El estructuralismo buscó identificar los bloques de construcción elementales de la conciencia, allanando el camino para el análisis sistemático. Mientras tanto, el funcionalismo se centró en los roles adaptativos de los procesos mentales, alineando la psicología con los principios evolutivos y enfatizando el significado pragmático de las funciones cognitivas. Este período marcó un cambio fundamental en la historia de la psicología, pasando de enfoques especulativos e introspectivos a una disciplina más rigurosa, empírica y experimental. El legado del estructuralismo y el funcionalismo perduró, influyendo en las escuelas psicológicas posteriores y dando forma al desarrollo de metodologías que siguen siendo parte integral de la investigación psicológica contemporánea. La interacción dialéctica entre estas dos escuelas sentó las bases para la naturaleza multifacética e interdisciplinaria de la psicología moderna, reflejando la búsqueda evolutiva para comprender el intrincado funcionamiento de la mente humana.

  5. 5.Individualismo expresivo: según O. Carter Snead, jurista y bioeticista, el individualismo expresivo es una antropología en la que el yo individual es la unidad fundamental de la realidad humana. Este yo no se define por sus apegos o red de relaciones, sino más bien por su capacidad de elegir un camino futuro que se revela mediante la investigación de sus propias profundidades interiores de sentimiento. Los aspectos clave del individualismo expresivo según Snead incluyen: (i) El yo no se define por objetos de elección, ya sea propiedad, una vocación particular o incluso la creación de una familia. (ii) El yo se asocia fundamentalmente con su voluntad y no con su cuerpo. (iii) El florecimiento se logra al volverse hacia el interior para interrogar los sentimientos más profundos del yo para discernir las verdades completamente únicas y originales sobre su propósito y destino. (iv) La verdad sobre el yo no está determinada externamente, y a veces debe buscarse contraculturalmente, por encima de las costumbres de la propia comunidad. (v) El yo está ligado solo a los compromisos asumidos libremente. ¿Esta visión contemporánea refleja la realidad plena de la encarnación humana, con todo lo que ello implica?

La integración contemporánea: la concepción actual de la mente humana

La aparición de técnicas avanzadas de neuroimagen, como la resonancia magnética funcional (fMRI) y la electroencefalografía (EEG), ha permitido a los investigadores explorar los correlatos neuronales de los procesos mentales. Los datos neurocientíficos proporcionan información valiosa sobre los fundamentos biológicos de la cognición, la emoción y la conducta.

La psicología y la psiquiatría contemporáneas han evolucionado desde una visión neurocéntrica de la mente humana (nacida en la antigüedad con Alcmeón de Crotona y el De morbo sacro de Hipócrates ) hasta incorporar una comprensión holística. Los enfoques psicodinámicos, cognitivo-conductuales y humanistas ofrecen diversas perspectivas sobre la salud mental, considerando tanto los procesos conscientes como los inconscientes. El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) refleja el esfuerzo continuo por clasificar y comprender las afecciones psiquiátricas.

Según el psiquiatra y filósofo Thomas Fuchs, por ejemplo, existe una perspectiva alternativa concreta y con base científica a la visión naturalista predominante (o visión neurocéntrica ) de que las enfermedades mentales pueden atribuirse únicamente a disfunciones cerebrales. Fuchs sostiene que la enfermedad mental no puede reducirse a una mera disfunción cerebral. Su explicación sistémica y ecológica se basa en tres realidades: (1) la comprensión contextual, es decir , la enfermedad mental es inseparable tanto del organismo vivo como del mundo vital o entorno social del paciente. No puede aislarse únicamente dentro del cerebro; (2) la causalidad circular, es decir , Fuchs propone un cambio de la causalidad unilineal a la causalidad circular. Los trastornos mentales son resultado de alteraciones tanto en la causalidad circular vertical (interacción entre procesos de nivel inferior y facultades superiores del organismo) como en la causalidad circular horizontal (relaciones sociales y capacidad de respuesta a los demás); y finalmente, (3) la mediación cerebral, es decir , mientras que los procesos cerebrales desempeñan un papel. Las enfermedades mentales no pueden localizarse exclusivamente dentro del cerebro. Reducir las enfermedades mentales a enfermedades cerebrales es un desafío fundamental. Hoy en día, la explicación neurocientífica nos enseña la interconexión de las enfermedades mentales con la persona en su totalidad, su contexto y los procesos causales circulares más allá del cerebro. Esta perspectiva nos invita a considerar una comprensión más holística de la salud mental y una mejor intervención terapéutica de 360 ​​grados.Referencia Fuchs, Choudhury y Slaby2 El cerebro se interpreta como un subsistema del sistema-persona como órgano mediador:

La neurociencia cognitiva se ha basado en la idea de que el análisis reduccionista de los mecanismos que se dan en el interior de un cerebro solitario permite comprender mejor cómo está constituida la mente humana y cuál es su naturaleza. De este modo, el cerebro pasó a ser el creador de la mente y del mundo experimentado. En cambio, el artículo defiende una visión ecológica de la mente y el cerebro, que ambos están integrados en la relación entre el organismo vivo y su entorno. Este enfoque depende fundamentalmente de una perspectiva evolutiva: el cerebro se concibe como un sistema plástico de bucles abiertos que se forman en el proceso de la vida y se cierran hasta alcanzar ciclos funcionales completos en cada interacción con el entorno. Cada vez que se forma una nueva disposición de actividad neuronal coherente a través de la experiencia repetida, las estructuras de la mente se imprimen en el cerebro. El cerebro se convierte en un órgano mediador o una ventana a la mente, ya que está estructurado por la mente misma.Referencia Fuchs3

Reconocer la dimensión relacional implica reconocer el impacto de los factores sociales, culturales e interpersonales en el bienestar mental. Desde la teoría de los sistemas familiares hasta la teoría del apego, los enfoques contemporáneos destacan la importancia de las relaciones en la conformación del desarrollo psicológico y la salud mental.

Daniel J. Siegel, un destacado psiquiatra, profesor clínico y autor, es conocido por su trabajo pionero en el campo de la neurobiología interpersonal. Su enfoque holístico para comprender la mente humana trasciende los límites disciplinarios tradicionales, integrando la neurociencia, la psicología y las ciencias sociales. La visión de Siegel de la mente humana se resume en su concepto de la mente en sí, un término que utiliza para representar la naturaleza corpórea y relacional de los procesos mentales. Siegel enfatiza la idea de la mente como un proceso emergente y corpóreo que surge de la intrincada interacción del cerebro, el cuerpo y el entorno externo. El trabajo de Siegel está profundamente arraigado en el campo interdisciplinario de la neurobiología interpersonal.Referencia Siegel4 Este enfoque integra los hallazgos de la neurociencia, la psicología y otras disciplinas para ofrecer una comprensión integral de la mente. Siegel postula que la mente no se limita solo al cerebro, sino que se distribuye por todo el cuerpo y está moldeada por las interacciones sociales. Siegel enfatiza la naturaleza corpórea de la mente, reconociendo la interconexión del cerebro y el cuerpo. Subraya la importancia de la integración, tanto dentro del cerebro mismo (integración de diferentes circuitos neuronales) como entre el individuo y su entorno social. La integración, según Siegel, conduce a una mente flexible y adaptativa. El término mindsight se refiere a la capacidad de percibir y comprender los propios procesos mentales internos. Implica la capacidad de observar los propios pensamientos y sentimientos sin sentirse abrumado por ellos. Mindsight, tal como lo conceptualiza Siegel, es crucial para el bienestar mental, fomentando la regulación emocional, la empatía y la mejora de las relaciones interpersonales. Siegel a menudo se refiere al triángulo del bienestar , que destaca la interconexión de la mente, el cerebro y las relaciones. Este modelo subraya la idea de que la mente está determinada por factores internos y externos, incluidos los procesos biológicos, las actividades mentales y las interacciones sociales. Siegel adopta el concepto de neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para reorganizarse y adaptarse en respuesta a la experiencia. Esta idea refuerza la noción de que la mente no es fija, sino que puede moldearse y transformarse mediante prácticas mentales intencionales, relaciones y experiencias.Referencia Siegel5

Esta visión de la mente humana es una perspectiva holística e integradora que enfatiza la naturaleza corpórea, relacional y dinámica de los procesos mentales. Al entrelazar conocimientos de diversas disciplinas, proporciona un marco para comprender cómo la mente emerge de la intrincada danza entre el cerebro, el cuerpo y el mundo social. Esta explicación contemporánea del problema cuerpo-mente ve a la persona humana como una unidad, no como un solo cerebro ni como una mente incorpórea, sino como una tercera “cosa”:

…Se dice que [un ser humano] es de alma y cuerpo como una tercera cosa constituida de dos cosas, ninguna de las cuales es, porque un [humano] no es alma ni es cuerpo.Referencia a Aquino y McInerny6

Esta concepción medieval indica que un cuerpo más un alma/mente equivale a un tercer material original: el ser humano, que tiene una naturaleza dual (¡no dualista!). Es sorprendente que una concepción holística e integradora contemporánea de la persona humana suene en la línea de la consideración de Tomás de Aquino de que no es el cuerpo (o el cerebro) el que “contiene” la mente, sino la mente el cuerpo.Referencia Kenny7

Según el conocido filósofo italiano de la ciencia Evandro Agazzi, la mente humana es un subsistema complejo del sistema-persona completo, caracterizado –según el psiquiatra Daniel J. Siegel, Thomas Fuchs y Georg Northoff– como un proceso emergente, autoorganizado, corpóreo y relacional (integrado) que regula el flujo de energía e información del organismo. Esta definición sugiere que la mente no está confinada ni localizada en el cerebro o incluso en el cuerpo físico, sino que es un proceso sistémico que emerge tanto del cuerpo como de nuestras relaciones con los demás y el entorno (causalidad epigenética). También implica que la mente es capaz de autoorganizarse y desempeña un papel crucial en la regulación de cómo fluye la energía y la información dentro de nosotros y entre nosotros y nuestro entorno. Esta perspectiva permite una comprensión más integral de la mente, que abarca no solo nuestros pensamientos, emociones y recuerdos, sino también nuestras conexiones con los demás y el mundo que nos rodea.Referencia Agazzi8

Entonces, ¿qué significa realmente ser humano , ser una persona humana ? En la teoría neuroética contemporánea –la neuroética es una reflexión sistemática e informada que se ocupa de la neurociencia y de las interpretaciones de las mismas ciencias neuronales– la persona humana no es considerada como algo “separado y distinto de la manera en que está o no inserta en una red de relaciones sociales”, ni tampoco se la identifica con el ejercicio de su voluntad –su capacidad de elegir de acuerdo con sus deseos y necesidades– ni se la define por él; la persona humana no es idéntica a la concepción psicológica de la personalidad que “privilegia decisivamente la cognición como criterio indispensable para pertenecer a esta categoría de seres. De esta manera, parece ser dualista, al distinguir la mente del cuerpo”. La mente y la voluntad por sí solas no definen la totalidad de la persona humana, y el cuerpo no es meramente “un instrumento contingente para perseguir los proyectos que surgen de la cognición y la elección”.Referencia Snead9

En los debates de la bioética pública prevalece un tipo de individualismo que se clasifica como expresivismo , que eleva la autonomía y la libertad por encima del bien humano fundamental, es decir , la vida humana. Como lo expresan muchos filósofos, neurocientíficos, médicos y otros, “los seres humanos se experimentan a sí mismos y a los demás como cuerpos vivos, no como voluntades incorpóreas”.Referencia Snead10 :

La antropología del yo atomizado, libre y dirigido hacia el interior del individualismo expresivo es insuficiente porque no puede hacer inteligibles ni las realidades humanas fundamentales de la encarnación ni reconocer las deudas no elegidas que se acumulan en todos los seres humanos a lo largo de sus vidas.Referencia Snead11 […]. Al igual que el Satanás de Milton y los ángeles caídos, el yo individual expresivo “no conoce ningún tiempo en el que no haya sido como ahora; no conoce a nadie antes de [él], autoengendrado, autocriado/por [su] propio poder vivificador”. Una antropología puramente introspectiva e individualista no puede dar una explicación inteligible o justificada del cuidado no compensado, incondicional y a menudo autosacrificioso de los demás. No hay justificación para dar más de lo que uno podría esperar recibir. No hay imperativo para dar a aquellos de quienes nunca se recibirá nada a cambio.Referencia Snead12

Beneficios del tratamiento psiquiátrico y evaluaciones psicológicas

Esta visión holística, integradora y ecológica de la mente humana ayuda a los enfoques terapéuticos que combinan elementos físicos y mentales, como el ejercicio, el yoga, la meditación, la biorretroalimentación y la hipnosis. Estas soluciones se basan en la idea de que la mente y el cuerpo no están separados, sino que están interconectados y son interdependientes, y que se influyen mutuamente de diversas maneras. Estas soluciones tienen como objetivo mejorar el bienestar y la salud tanto de la mente como del cuerpo abordando los factores psicológicos, emocionales, sociales y biológicos que los afectan; además, ofrecen una forma holística e integradora de tratar y prevenir trastornos mentales, como la depresión, la ansiedad, el estrés y la adicción. Estos trastornos suelen estar asociados a síntomas físicos, como dolor, fatiga, insomnio e inflamación, así como a deterioros cognitivos y emocionales, como pérdida de memoria, baja autoestima y estado de ánimo negativo. Este tipo de enfoque dual de la relación mente-cuerpo puede ayudar a aliviar estos síntomas, al mejorar el funcionamiento fisiológico y psicológico de la mente y el cuerpo, y puede ayudar a promover una salud mental positiva, al mejorar la resiliencia, la felicidad y la calidad de vida de las personas. Las soluciones mente-cuerpo pueden fomentar un sentido de autoconciencia, autorregulación y autocuidado, al enseñar a las personas cómo lidiar con el estrés, manejar sus emociones y cultivar hábitos y actitudes positivas. Esta solución mente-cuerpo también puede fomentar un sentido de conexión, pertenencia y significado, al facilitar el apoyo social, las relaciones interpersonales y el crecimiento espiritual.Referencia Glannon13

Este enfoque está respaldado por evidencia científica que demuestra que pueden tener efectos beneficiosos sobre el cerebro, el sistema nervioso, el sistema inmunológico y el sistema endocrino. Estos efectos pueden modular el equilibrio neuroquímico y hormonal, la respuesta al estrés inflamatorio y oxidativo y la expresión genética, que están involucrados en el desarrollo y mantenimiento de los trastornos mentales. Esta solución mente-cuerpo también puede influir en las vías neuronales, las regiones cerebrales y las redes cerebrales, que están involucradas en la regulación de la cognición, la emoción y el comportamiento, y no está destinada a reemplazar los tratamientos convencionales para los trastornos mentales, como la medicación y la psicoterapia, sino más bien a complementarlos y potenciarlos. Esta solución mente-cuerpo también puede ofrecer una forma personalizada y flexible de abordar las necesidades y preferencias específicas de cada individuo, teniendo en cuenta su condición física y mental, su personalidad y estilo de vida, y su contexto cultural y ambiental, y también puede empoderar a las personas para que asuman un papel activo en su propia recuperación y bienestar, proporcionándoles habilidades y herramientas que pueden usar en su vida diaria.Nota4

Thomas Fuchs propone una explicación sistémica y ecológica como punto de vista opuesto a la idea naturalista de que las enfermedades mentales pueden reducirse a disfunciones del cerebro. Considera que las enfermedades mentales son inseparables del organismo vivo y del mundo vital o entorno social del paciente. Introduce el concepto de causalidad circular para reemplazar el concepto de causalidad monolineal con el fin de comprender los trastornos mentales en su contexto. Fuchs identifica dos tipos de perturbaciones que caracterizan a las enfermedades mentales: (i) causalidad circular vertical: se refiere a la interacción entre los procesos de nivel inferior y las facultades superiores del organismo. Esto afecta principalmente a la relación de la persona con enfermedad mental consigo misma, que continuamente codetermina el curso de la enfermedad; (ii) causalidad circular horizontal: se refiere a las relaciones sociales y a la capacidad de responder adecuadamente a las demandas y expectativas de los demás. Las perturbaciones en este caso conducen a bucles de retroalimentación negativa en los ciclos sociofuncionales que influyen en el curso de la enfermedad desde el principio. Ambos tipos de procesos causales circulares están vinculados a la mediación del cerebro, pero no pueden ubicarse exclusivamente en él. Por lo tanto, Fuchs sostiene que, en principio, no es posible reducir las enfermedades mentales a enfermedades del cerebro.Referencia Fuchs, Choudhury y Slaby14 En su artículo El cerebro, un órgano mediador , Fuchs desafía la visión reduccionista de la neurociencia cognitiva que considera al cerebro como el creador de la mente y del mundo experimentado y propone una visión ecológica de la mente y el cerebro, argumentando que ambos están insertos en la relación entre el organismo vivo y su entorno. Esta perspectiva depende de una visión del desarrollo: el cerebro es visto como un sistema plástico de bucles abiertos formados en el proceso de la vida y cerrados a ciclos funcionales completos en cada interacción con el entorno. Cada vez que se forma una nueva disposición de actividad neuronal coherente a través de la experiencia repetida, las estructuras de la mente se imprimen en el cerebro. Así, el cerebro se convierte en un órgano mediador o una ventana a la mente, ya que está estructurado por la mente misma. Fuchs presenta el cerebro no como la sede de la mente, sino como un órgano que media nuestra experiencia consciente, estructurada por la mente a través de nuestras interacciones con el mundo.Referencia Fuchs15

Esta solución integrada, holística y ecológica no sólo es importante para las personas, sino también para la sociedad, ya que puede contribuir a la prevención y reducción de la carga y el coste de los trastornos mentales, que afectan a millones de personas en todo el mundo, y también puede fomentar una cultura de salud y bienestar, al crear conciencia y educar sobre la importancia y los beneficios de la conexión mente-cuerpo, y al alentar a las personas a adoptar conductas y prácticas saludables y positivas. Por último, también puede fomentar una cultura de compasión y empatía, al promover una visión holística y humanista de la salud mental, y al reducir el estigma y la discriminación que a menudo rodean a los trastornos mentales.

Conclusión

La historia del concepto de mente en el contexto occidental ha sido testigo de una interacción dinámica de ideas filosóficas, científicas y psicológicas. La integración de datos neurocientíficos, orientaciones psicológicas y psiquiátricas y la dimensión relacional ofrece un marco integral para comprender la mente humana. Al adoptar una perspectiva multidimensional, esta síntesis permite un enfoque más matizado y holístico-ecológico de la salud mental, que cierra la brecha entre los aspectos subjetivos y objetivos de la experiencia humana. A medida que nuestra comprensión continúa evolucionando, este concepto integrado de la mente humana promete hacer avanzar tanto el conocimiento teórico como las aplicaciones prácticas en los campos de la psicología, la psiquiatría y la neurociencia.

En conclusión, la solución unipersonal cuerpo-mente esbozada en este artículo es importante en el contexto de la salud mental porque ofrece una manera integral e integradora de mejorar el bienestar y la salud tanto de la mente como del cuerpo al abordar los múltiples y complejos factores que los afectan. Esta solución contemporánea, anticartesiana y antineurosolipsista, que considera la mente humana como corpórea e incrustada, está respaldada por evidencia científica y puede complementar y mejorar los tratamientos convencionales para los trastornos mentales, y también puede beneficiar a las personas y a la sociedad al promover la salud mental positiva y fomentar una cultura de salud, bienestar, compasión y empatía.

Contribución del autor

Redacción – borrador original: AC

Divulgación

El Dr. Carrara no tiene nada que revelar.

Notas al pie

1Platón. Alcibíades I, 130 C: ο άνθρωπος δεν είναι τίποτε άλλο παρά η ψυχή του, id est: el ser humano no es más que su alma (mente).

2Platón. Alcibíades I, 129 d. C.

3‘Una vez que hemos establecido estas premisas, para encontrar en qué consiste la identidad personal, debemos considerar qué representa PERSONA, que, creo, es un ser inteligente que piensa, que tiene razón y reflexión y que puede considerarse a sí mismo como lo que es, la misma cosa pensante, en diferentes tiempos y lugares; lo que hace sólo por esa conciencia que es inseparable del pensamiento y, según me parece, esencial a él: siendo imposible para alguien percibir sin PERCIBIR que percibe. Cuando vemos, oímos, olemos, gustamos, sentimos, meditamos o deseamos algo, sabemos que lo hacemos. Así, siempre sucede con nuestras sensaciones y percepciones presentes, y por esto cada uno es para sí mismo lo que llama YO, sin tener en cuenta, en este caso, si el mismo yo continúa en la misma sustancia o en diversas. «Pues, como la conciencia acompaña siempre al pensamiento, y es ella la que hace que cada uno sea lo que llama él mismo, y por ello se distingue de todas las demás cosas pensantes, en esto solo consiste la identidad personal, es decir, la identidad de un ser racional; y en la medida en que esta conciencia puede extenderse hacia atrás, a cualquier acción o pensamiento pasado, llega hasta la identidad de esa persona; es el mismo yo ahora que entonces; y es por el mismo yo con este presente que ahora reflexiona sobre él, que esa acción fue realizada.’

4Consulte la amplia bibliografía del neurocientífico, psiquiatra y filósofo Georg Northoff, Cátedra de Investigación de Canadá en Mente, Imágenes Cerebrales y Neuroética Georg Northoff.

Referencias

Locke , J. Ensayo sobre el entendimiento humano 1690 ; XVII : 11. CrossRef Google Académico
Fuchs , T. ¿ Son las enfermedades mentales enfermedades del cerebro? En Choudhury , S. , Slaby , J. , eds.,de los contextos sociales y culturales de la neurociencia . West Sussex, Reino Unido : Wiley Blackwell ; 2012 : 331-344 . Google Académico
Fuchs , T. El cerebro: un órgano mediador . J Conscious Stud. 2011 ; 18 ( 7–8 ): 196. Google Académico
Siegel , DJ . La mente en desarrollo: hacia una neurobiología de la experiencia interpersonal . Nueva York : Guilford Press ; 1999. Google Académico
Siegel , DJ . Mindsight: La nueva ciencia de la transformación personal . Nueva York : Bantam ; 2010. Google Académico
Aquino , T. Sobre el ser y la esencia . Trad. McInerny , Ralph . Selected Writings. Londres : Penguin ; 1998 : 36. Google Académico
Kenny , A. Aquinas on Mind . Nueva York : Routledge ; 1994. Google Académico
Agazzi , E. Dimostrare l’esistenza dell’uomo . Milán : Mímesis ; 2023 . Google Académico
Snead , OC . Lo que significa ser humano. El caso del cuerpo en la bioética pública . Cambridge : Harvard University Press ; 2020 : 69 – 70. Google Académico
Snead , OC . Lo que significa ser humano. El caso del cuerpo en la bioética pública . Cambridge : Harvard University Press ; 2020 : 88. Google Académico
Snead , OC . Lo que significa ser humano. El caso del cuerpo en la bioética pública . Cambridge : Harvard University Press ; 2020 : 88. Google Académico
Snead , OC . Lo que significa ser humano. El caso del cuerpo en la bioética pública . Cambridge : Harvard University Press ; 2020 : 90. Google Académico
Glannon , W. Cerebro, cuerpo y mente: neuroética con rostro humano . Oxford : Oxford University Press; 2011. CrossRef Google Académico
Fuchs , T. ¿ Son las enfermedades mentales enfermedades del cerebro? En Choudhury , S. , Slaby , J. , eds.,de los contextos sociales y culturales de la neurociencia . West Sussex, Reino Unido : Wiley Blackwell ; 2012 : 331-344 . Google Académico
Fuchs , T. El cerebro: un órgano mediador . J Conscious Stud. 2011 ; 18 ( 7–8 ): 196 – 221. Google Académico