14/11/2021 Observatorio bioética. La fecundación post-mortem provoca intencionadamente en el descendiente una orfandad de nacimiento respecto al padre, que le priva de la posibilidad de recibir su atención y cuidado, anteponiendo la voluntad del fallecido (y de su viuda) de ser padres a la compañía y afectos de los que va a ser privado su hijo póstumo nacido huérfano.